¿REVELACIÓN?
QUIEN LO QUIERA ENTENDER,
LO ENTIENDA.
YO TENGO EL DEBER DE
RECODÁROSLO, PARA QUE NO OS DEJÉIS ENGAÑAR POR LAS APARIENCIAS DE
LUCIFER/SATANÁS.
Leed profundamente lo que os expongo, porque es
cierto que en dicho texto está contenida una Verdad, que si estáis despiertos,
vuestros Espíritus reconocerán.
Esto no es un “añadido” sino una seria reflexión.
Antonio.
El Ancestral Reunificador dice:
¿Aún estáis esperando al “Hijo del Hombre” el
Verdadero Ungido de Cristo el Señor?
¿Quizás ya lo habéis reconocido en algún otro
lugar?
¿Quizá también habéis reconocido, claramente, la Metodología
que lo caracteriza?
¡¡Quizás, sí, quizás!!
Yo os puedo afirmar, que el Nuevo Hijo del Hombre
el Ungido del Cristo Universal, ya ha
pasado entre vosotros, pero no lo habéis querido reconocer, no habéis querido
aceptar sus Dones Celestes, prefiriendo los dones de Mammona y de sus
seguidores; dones de popularidad, dones de los primeros puestos, dones de gran
manejo de medios y de sistemas.
No habéis querido ver, ni habéis querido escuchar,
leer, meditar SERIAMENTE todo lo que con un Amor infinito se os ha transmitido,
gota a gota, año por año.
Habéis preferido la comodidad de pensar que todo ya
lo sabíais, olvidando, lo más importante contenido en la Naturaleza Espiritual
de vuestro propio Ser, si es que la tenéis.
Ha pasado entre vosotros, y os ha dado signos,
“guiños” tangibles de lo que le podría suceder, de como Él mismo se ha ocultado
a los soberbios y a los arrogantes, dejándose solo ver por los verdaderamente
humildes y siervos de la Eterna Luz del Cristo Universal.
Sí, amigos y amigas, hermanos y hermanas, SÍ, ha
pasado en medio y no ha sido visto.
¡Así debía de ser por Justicia Divina, antes de Su
retorno SOBRE LAS NUBES CON PODER, GLORIA Y JUSTICIA ETERNA!
¡Leed, leed, y meditad! Meditad seria, pero muy
seriamente, y retomad de nuevo las Vestiduras que en un tiempo os fueron
“prestadas” para haceros conocer la Verdadera Luz del Conocimiento bañado de
Divina Cordura, porque es Verdad sin mentira, que los “Similares” reciben los
mismos tratos en el mundo y por el mundo.
Los tiempos perfilan un futuro funesto, a todos los
niveles para todos aquellos que, voluntariamente o no, se han dejado de nuevo
persuadir por la Ancestral Serpiente recubierta de pelo oscuro e infectivo.
El Ancestral Reunificador, os lo dice.
Yo por mi parte añado:
Daros cuenta del año en el que fue escrito el texto
que ahora leeréis.
¡Haced MEMORIA de lo que después sucedió!
Y luego responded a las preguntas que anteriormente
he transcrito:
¿Aún estáis esperando al
“Hijo del Hombre?
¿Quizás ya lo habéis
reconocido en algún otro lugar?
¿Quizá también habéis
reconocido, claramente, la Metodología que lo caracteriza?
¿Podréis contestarlas con Cordura Divina?
¡Beh, quién sabe! Lo veremos en los desarrollos de
los próximos tiempos, pero siempre será ANTES de que Descienda con Poder y
Gloria sobre la “Nubes Luminosas” que eternamente han estado en nuestro Cielo.
¿Pensáis quizá que estoy loco, fuera de mi,
alucinado o fanático?
¡Dad tiempo al tiempo! Veremos quiénes son unos y
quiénes son los otros.
Los que me conocen, y me tratan saben bien quien yo
sea. Con esto me basta.
Paz, pero Paz solo a los Hombres y Mujeres de Buena
Voluntad.
Vuestro, sinceramente, Antonio Pastor L.
Vellisca, ..... horas del 24 enero 2016.
AHORA LEED CON MUCHO
CUIDADO Y ATENCIÓN.
(Comunicado de Eugenio Siragusa).
AÑO 1974, muchos años antes de lo que después
ocurrió:
Podría estar compuesto por
psiquiatras y por parapsicólogos, el Nuevo Sanedrín de los últimos tiempos.
¿Quiénes serán los Nuevos Acusadores?
¿Quién será el Caifás que presidirá la
Sesión Jurídica que apuntará el dedo acusatorio y de condena contra el Hijo del
Hombre, Príncipe Celeste de la Nueva Jerusalén que descenderá del Cielo?
¡No se sabe! Pero ya, en ciertos individuos,
se perfilan las tendencias. Estos están preparados para establecer la
diagnosis, que no se diferenciaría tanto de aquella que determinó crucificar a
Jesús Cristo.
Mi certeza es que serán psiquiatras y
parapsicólogos los que compondrán el Nuevo Sanedrín, que, unidos a los doctores
y lumbreras del Nuevo Poder Temporal-político-religioso, acusarían de nuevo
otra vez “al Ungido de Dios”. Esto seguramente ocurriría si, volviendo sobre la
Tierra el “Hijo del Hombre” se expresara con el mismo lenguaje, con las mismas
actitudes y con el mismo dinamismo espiritual, moral y político de un tiempo.
La diagnosis sería sin duda alguna esta
“patológicamente anormal, neurótico, mitómano, paranoico, esquizofrénico”.
Otros Doctores sentenciarían cuanto apunto:
“Mentiroso, estafador, etc, etc”.
La acusación se volvería más grave si el
“Hijo del Hombre” practicase el arte de sanar en la carne y en el espíritu,
haciendo prodigios y milagros. Entonces a la acusación de los primeros se
añadiría otra, que vendría de las lumbreras no menos peores que los primeros.
Estos sentenciarían: “¡Es el diablo! ¡Es Satanás! ¡Es el demonio que lo posee!
¡Herético! “.
En resumen, el Sanedrín de los Últimos Tiempos
tentará de todos los modos de incriminarlo, de eliminarlo en un modo diferente
de como lo eliminaron la primera vez. El Pueblo se limitaría solo a aprobar la
acción de los Iluminados del Nuevo Sanedrín, al cual concede, ciegamente,
ilimitada confianza y devoción.
La historia se debería así nuevamente
repetir. Esto sucedería si el “Hijo del Hombre” retornase sobre la Tierra con
las vestiduras de un tiempo y la metodología de enseñanza de entonces.
¡Pero no será así! Porque Él no regresará
sobre la Tierra con las mismas vestiduras de entonces. Tendrá un rostro
diferente, un hábito diferente y una metodología de enseñanza diferente. Tendrá
a su disposición una Corte de Seres Angélicos y Potentes y la Consolación de
hombres y mujeres terrestres preparados para recibirLo y seguirLo.
El Nuevo Sanedrín será duramente turbado y
no ahorrará nada en el intento de acusarLo y de ponerLo ante los ojos de la
gente como un Ser clínicamente enfermo y espiritualmente trastornado. ¡Pero
esta vez no triunfará! No triunfará porque el Hijo del Hombre vendrá para
juzgar y no para ser juzgado. El Nuevo “Caifás” no tendrá ni tan siquiera el
tiempo de rasgarse las vestiduras, ni otras posibilidades para conjurar contra
Él y contra Aquellos que LO amaron y se están de nuevo Vivientes para servirLo
en la edificación del Reino de Dios en la Tierra.
Su Juicio será severo, y pesantes las
Condenas.
No utilizará cuerdas, porque no serían
medios suficientes para expulsar a los Nuevos Mercantes de Su Templo, sino que
traerá Consigo medios más convincentes, mucho más eficientes que las cuerdas.
No habrá un Nuevo Pilatos, ni Corona de
Espinas.
No habrá una Cruz del Suplicio, ni habrá fuerzas
coaligadas del poder político-religioso capaces de detener Su Paso Triunfal
en un mundo que Él visitó con Gran Amor y Humildad y que reiniciará con
Justicia y Verdad, a fin de que sea dado Veraz Testimonio de cuanto fue dicho y
escrito según la Santísima Voluntad del Altísimo y Glorioso DIOS.
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay de los impíos y de todos
aquellos que osarán detenerlo y acusarlo!
Valverde,
26 octubre 1974.

